Hasta el 1 de enero de 2022, y la aprobación del proyecto de ley 775 del Senado, la doctrina de las consecuencias naturales y probables era aplicable a la ayuda e instigación de un delito objetivo que daba lugar al delito de tentativa de asesinato. Ahora, una persona ya no puede ser responsable subsidiaria de un intento de asesinato de homicidio en virtud de la doctrina de las consecuencias naturales y probables. Malicia ya no puede ser imputado a alguien que ayuda e instiga un delito objetivo sin tener la intención de matar.

El proyecto de ley 775 del Senado también prohíbe que se condene por homicidio cuando el fiscal haya procedido con arreglo a las teorías del delito de asesinato o de las consecuencias naturales y probables. Además, prohíbe una condena por asesinato bajo cualquier teoría en la que se impute malicia a esa persona basándose únicamente en la participación de esa persona en un delito. Cualquier acusado condenado previamente bajo cualquiera de estas teorías puede ahora solicitar al tribunal que se anulen sus condenas y que se le vuelva a condenar en consecuencia